Sanlúcar de Barrameda

Antiguo puente hacia el Nuevo Mundo, hoy trayecto a la naturaleza del Parque de Doñana

 

Su singular posición, a orillas del estuario del Guadalquivir, hizo de Sanlúcar ya en los tiempos de los Fenicios, un puerto entre los más importantes de la Península Ibérica y una puerta entre los mundos atlántico y mediterráneo.

Siglos más tarde, después de la colonizacion de Canarias y Américas, la ciudad se convirtió en el puerto más frecuentado por los convoyes navales con destino al Nuevo Mundo. Entre los personajes más importantes que zarparon y volvieron del Nuevo Mundo destacan Cristobal Colón ( tercer viaje), Fernando Magallanes y su contramaestre Juan Sebastián de Elcano, quien logró regresar a España con el único buque y la tripulación superviviente de la desafortunada expedición cuya crónica escribiò el italiano Antonio Pigafetta, cronista de bordo. También otro italiano, Girolamo Benzoni, milanés y autor de la crónica “Historia del Mondo Nuovo”, traducida en todos los idiomas de su época, salió de Sanlúcar en el año 1541 para el Nuevo Mundo, donde quedó durante 14 años, recorriendo el Continente americano al séquito de unas expediciones españolas desde el Caribe hasta Perú.

Esta situación estratégica para el comercio de ultramar y su cercanía a Sevilla, explica también el florecimiento económico, arquitectónico y cultural de Sanlúcar a partir sobre todo del siglo XV : aun hoy plazas y callejones del casco antiguo, con sus estupendas iglesias, casonas, palacios y monasterios barrocos nos dejan percibir la atmósfera del Siglo de Oro.

La parte meridional del casco viejo se eleva, como una verdadera Acrópolis en una colina, dominada por el El Castillo de Santiago ; desde sus torreones disfrutamos de la impresionante panorámica sobre el barrio antiguo de la ciudad, el estuario del Guadalquivir y, en la orilla de enfrente, parte de las dunas y pinares del Coto Doñana.

En efecto, destaca la diferencia entre las orillas del río : la derecha flanqueada por enormes dunares arenosos del Parque, que llevan consigo una flora rara y preciosa, mientras en la izquierda se asoma la ciudad, con sus nuevas barriadas y urbanizaciones, no siempre en armonía con los barrios históricos. Sin embargo, una eficiente vía ciclopeatonal recorre toda esa orilla hasta la desembocadura del estuario, donde se abre el inmenso universo azul y encantador del Atlántico.

El Espacio Natural de Doñana consta del Parque Nacional, creado en 1969, fue antaño territorio dedicado a las grandes cacerías de los nobles y poblado por escasos asentamientos temporales para la pesca y la recolección. En el año 1989 se le añadió el Parque Natural, que rodea el corazón de Doñana con un área también protegida. Todo el territorio, en sus distintos y preciosos escenarios- marismas, salinas, playas, dunas móviles, pinares, bosques y matorrales- guarda una sorprendente riqueza botánica y una fauna entre las más raras e importantes de toda Europa: destacan, entre otros, el lince ibérico, nutria, gamo y ciervo entre los mamíferos ; águila imperial, avutarda, flamenco y cigüeña negra en la fauna avícola. Debido a sus recursos naturales, endemismos y vestigios históricos, todo el conjunto del Parque es Patrimonio de la Humanidad, protegido por la UNESCO.


Nando Pozzoni